viernes, 31 de agosto de 2012

Capítulo 33

Aquí estoy de nuevo! :) Hoy cierro el día con este capítulo de número capicúa: 33. ¿Cómo reaccionará Alan después de saber quién ha entrado en el piso? Lo vais a poder averiguar. Y preparaos porque dentro de dos días ocurrirán cosas importantes: empezará un nuevo concurso y en el capítulo de ese días podréis tener algunas respuestas de lo que está pasando en realidad (hasta aquí puedo leer, espero que no os deje con mucha intriga). Y como siempre me gusta decir, espero que disfrutéis de la lectura. Un beso my friends ;)



Capítulo 32

Hoy os traigo... *redoble de tambores* ¡¡¡ración doble de capítulos!!! :D El segundo, lo publicaré esta tarde-noche. Mientras tanto, os dejo con el 32. Espero que os guste y de que el final os sorprenda ;)
Por otra parte, tengo noticias. El próximo domingo día 2 de septiembre, publicaré las normas del nuevo concurso de mi blog. Aún tengo que ultimar detalles para que no me pase como la última vez y tenga que estar cambiando las normas una y otra vez.
Bueno y esto es todo lo que tenía que deciros esta mañana. Un beso a todos.





jueves, 30 de agosto de 2012

Capítulo 31

Good morning, every one!! Sé que llevo un par de días sin  poner ningún capítulo, así que he  hecho este un poco más larguito. Espero que os guste ^^
P.D.: Mañana pondré la reseña del cuarto libro de HP porque hoy no tengo mucho tiempo. Y también habrá capítulo ;) Bye, my friends! :)



martes, 28 de agosto de 2012

Música I

Me he animado a recomendaros estas dos canciones porque, primero, me gustan mucho, y, segundo, el reproductor creo que va a ser eliminado del blog. Además, hoy no voy a poder subir capítulo. Mañana sí que lo haré, pero hoy no puedo. Espero que os gusten tanto como a mí. Disfrutadlas ;)

La primera es "Somewhere over the rainbow", interpretada por Israel Kamakawiwo'ole. Es una versión de la mundialmente conocida canción del Mago de Oz que cantara Dorothy. Es una de esas canciones que hacen que suba el volumen de la radio cada vez que la oigo sonar. ¿A vosotros os gusta? ¿Preferís la original?

 

La segunda, se trata de "Imagine" de John Lennon. El integrante de los Beattles que fuera asesinado por un fan, nos dejó canciones como esta. Ojalá viviéramos en un mundo como el que él describe en la canción. Todo sería mejor. Para los soñadores, ésta es vuestra canción.


lunes, 27 de agosto de 2012

Capítulo 30

¡¡¡Hola a todo el mundo!!! :D Hoy publico el capítulo número 30!! Espero llegar a la próxima decena con vuestro apoyo. Os agradezco de todo corazón que leáis mis capítulos ^^ Este, en concreto, es interesante porque en él se empiezan a vislumbrar los misterios que rodean la vida de Sheila sin que ella lo sepa. Confío en que os guste :) Hasta mañana




Harry Potter y el prisionero de Azkaban-J. K. Rowling

La verdad es que me terminé el libro ayer, pero no he tenido tiempo de hacer la entrada hatsa hoy. Aquí os dejo la reseña ;) Y dentro de una hora, el capítulo 30!! ;) Un beso

Título: Harry Potter y el prisionero de Azkaban
Autora: J. K. Rowling
Sinopsis:
Por la cicatriz que lleva en la frente, sabemos que Harry Potter no es un niño como los demás, sino el héroe que venció a lord Voldemort, culpable de la muerte de sus padres. Desde entonces, Harry no tiene más remedio que vivir con sus pesados tíos y su insoportable primo Dudley, todos ellos muggles, o sea, personas no magas. Igual que en las dos primeras partes de la serie "La piedra filosofal" y "La cámara secreta" Harry aguarda con impaciencia el inicio del tercer curso en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Tras haber cumplido los trece años, solo y lejos de sus amigos de Wogwarts, Harry se pelea con su bigotuda tía Marge, a la que convierte en globo, y debe huir en un autobús mágico. Mientras tanto, de la prisión de Azkaban se ha escapado un terrible villano, Sirius Black, un asesino en serie con poderes mágicos que fue cómplice de lord Voldemort y que parece dispuesto a eliminar a Harry del mapa. Y por si esto fuera poco, Harry tendrá que enfrentarse también a unos terribles mosntruos, los dementores, seres abominales capaces de robarles la felicidad a los magos y de borrar todo recuerdo hermoso de aquellos que osan mirarlos. Lo que ninguno de estos malvados personajes sabe es que Harry, con la ayuda de sus fieles amigos Ron y Hermione, es capaz de todo y mucho más.

Opinión:
Todo el conjunto del libro es fantástico, como todas las demás partes de la serie. Sin embargo, yo, que solo había visto la peli cuando me lo he leído, me he sentido un poco decepcionada del final del mismo. Un pequeño detalle que no consigue amargarme la sensación de que es un libro estupendo que te permite descubrir el mágico mundo de Harry y Hogwarts.  

domingo, 26 de agosto de 2012

Capítulo 29

Ha tardado un poco en dejarse ver, pero aquí está el capítulo 29. Me había atascado un poco con la historia, pero creo que ya he pasado ese bache (al menos hasta que aparezca otro).
Como veis, he cambiado un poco el diseño del blog, pero me gustaría que me dijeráis si es muy estrecho o que la entrada no se puede leer bien. He pensado ir incluyendo más cosas al blog como la encuesta semanal, en la cual ya podéis votar en el margen de la izquierda, o la recomendación de alguna canción. Seguiré con las reseñas y, de vez en cuando, puede que añada algún microrrelato. Si tenéis alguna sugerencia, estaría encantada de leerla en los cometarios :)
También estoy actualizando el reproductor de música porque tiene pocas canciones. El problema es que la mayoría no suenan. Si alguien me pudiera ayudar con el tema le estaría muy agradecida *-*
Espero que os guste el capítulo ^^ Hasta mañana

 


sábado, 25 de agosto de 2012

Mi refugio

Buenos días a todos :) Siento deciros que áun no está preparado el capítulo 29. Voy a hacer todo lo posible para que esté listo mañana por la tarde. Últimamente ando algo liada y no estoy escribiendo mucho.
Dicho esto, para que la espera no sea tan larga, se me ha ocurrido hablaros de un lugar muy especial para mí. Como sabéis, Sheila tiene un jardín escondido en medio del bosque al que considera su lugar favorito en el mundo. Yo no vivo rodeada de árboles como ella, pero sí considero que hay un sitio cuyo significado es diferente al que todo el mundo le da. 
No es ni mucho menos un sitio privado, es más, cualquiera puede andar por él y rara vez me encuentro completamente sola. Mi fiel perrita, Lusy, me acompaña la mayor parte de las veces, aunque se suele preocupar más de investigar los alrededores que tan bien conoce. Allí es donde me atrevo a cantar las canciones que no se escuchan en la radio, las notas que aleatoriamente aparecen en mi mente acompañadas de ritmos inexactos. Puedo sentarme a tomar el sol mientras contemplo a Lusy disfrutando de la hierba fresca. Conozco cada uno de los pasillos y cada uno de sus rincones. Guardo tanto buenos como malos momentos iluminados por sus farolas. Risas, enfados, algún que otro susto y sorpresa. Aun así yo siempre vuelvo para sentarme a la sombra de los pinos y escuchar el cantar de los pájaros o de la música de algún vecino despistado. Puede que no pase tanto tiempo en él como antes y que poco a poco haya perdido el esplendor de antaño, pero sigue siendo y será por siempre mi refugio.
Y vosotros qué me decís. ¿Cuál es vuestro lugar favorito en el mundo? ¿O cómo os lo imagináis? Si queréis, ya sabéis que podéis contádmelo dejando un comentario en esta entrada. Gracias por todo :)

jueves, 23 de agosto de 2012

Capítulo 28

Como os decía en la reseña del segundo libro de Harry Potter, ha llegado el capítulo 28 de la historia de Sheila. No es muy largo, pero pasan cosas... interesantes. Sé que es un final de los que dices, ¿en serio tenías que parar ahí? Pero mañana tendré listo el siguiente si todo va bien :) Bueno, como me gusta decir, espero que os guste. Un beso a todos ^^






Harry Potter y la cámara secreta-J. K. Rowilng

El segundo ya ha caído :D Mañana voy a cogerme los siguientes tres de la biblioteca e iré poniendo las reseñas en cuanto los vaya acabando. Espero que haya seguidores de Harry Potter entre los que leéis mi blog ;) A todos los que queráis, podéis dejar vuestros comentarios sobre lo que pensáis de este libro en concreto o de la saga en general. Los estaré esperando ^^
P.D.: Y para aquellos que leen mis capítulos, os aviso de que estará listo dentro de una hora más o menos. Hasta entonces!! :)

Título: Harry Potter y la cámara secreta
Autora: J. K. Rowling
Sinopsis:
Tras derrotar una vez más a lord Voldemort, su siniestro enemigo en "Harry Potter y la piedra filosofal", Harry espera impaciente en casa de sus insoportables tíos el inicio del segundo año del colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Sin embargo, la espera dura poco, pues un elfo aparece en su habitación y le advierte que una amenaza se cierne sobre la escuela. Así pues, Harry no se lo piensa dos veces y, acompañado de Ron, su mejor amigo, se dirige a Hogwarts en un coche volador. Pero, ¿puede un aprendiz de mago defender la escuela de los malvados que pretenden destruirla? Sin saber que alguien a abierto la Cámara de los Secretos, dejando escapar una serie de monstruos peligrosos, Harry y sus amigos Ron y Hermione tendrán que enfrentarse con arañas gigantes, serpientes encantadas, fantasmas enfurecidos y, sobre todo, con la mismísima reencarnación de su más temible adversario.

Opinión:
Tengo poco que decir acerca de este libro. Es tan bueno como el resto de los que me he leído. Pensaba que por saber ya el final debido a las películas, me iba a aburrir con sus investigaciones; pero la verdad es que no ha sido para nada así. Hay muchas cosas que las películas no muestran y que hacen a los libros de la autora inglesa mucho más creíbles y entrenidos a la par de misteriosos y emocionantes.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Harry Potter y la Piedra Filosofal-J.K. Rowling

El capítulo va con algo de retraso. Lo siento :( Lo tendré listo lo antes posible. Mientras tanto, y gracias a la reseña de Moon Light, he decidido leerme los libros de la saga del mago más famoso. La verdad es que solo me había leído los dos últimos, pero quería completar la saga en condiciones. Por el momento, aquí os dejo con el primero de todos.

Título: Harry Potter y la Piedra Filosofal
Autora: J. K. Rowilng
Sinopsis:
Harry Potter se ha quedado huérfano y vive en casa de sus abominables tíos y del insoportable primo Dudley. Harry se siente muy triste y solo, hasta que un buen día recibe una carta que cambiará su vida para siempre. En ella le comunican que ha sido aceptado como alumno en el colegio interno Hogwarts de magia y hechicería. A partir de ese momento, la suerte de Harry da un vuelco espectacular. En esa escuela tan especial aprenderá encantamientos, trucos fabulosos y tácticas de defensa contra las malas artes. Se convertirá en el campeón escolar de quidditch, especie de fútbol aéreo que se juega montado sobre escobas, y se hará un puñado de buenos amigos... aunque también algunos temibles enemigos. Pero sobre todo, conocerá los secretos que le permitirán cumplir con su destino. Pues, aunque no lo parezca a primera vista, Harry no es un chico común y corriente. ¡Es un mago!

Opinión:
No hay duda alguna de que Rowilng es de las mejores autoras que conozco. La trama es original, entretenida y tan fácil de leer que ni te habrás dado cuenta de que te has devorado el libro cuando lo termines.



lunes, 20 de agosto de 2012

Capítulo 27

Hello everybody!! Os avisé de que tendríais que sacar los pañuelos para leer este capítulo y así va a ser. Todo en esta historia tiene un porqué, una razón de ser. Es lo único que me gustaría que recordaseis cuando lo leáis. Aunque sé que odiaréis de todas formas :(
Para animarnos, he decidido que dentro de una semana, aproximadamente, organizaré un concurso. Os seguiré informando sobre el tema ;) Goodbye! ^^



domingo, 19 de agosto de 2012

Capítulo 26

Ya estoy aquí!! ;) Siento haber estado sin colgar ninguna entrada durante estos tres días :( He estado un poco liada organizando en condiciones la historia de Sheila y fruto de este trabajo ha salido este capítulo. Ante todo quiero preguntar algo: ¡¿Hay algún médico en el blog?! XD Si es así, le pido perdón de corazón porque, aunque he intentado ser fiel a la verdad, lo que he escrito puede que no sea muy verosímil. Pero así es la ficción, hasta las lesiones a veces se regeneran de forma milagrosa jaja Espero que os guste ^^ Mañana mismo estará el 27. Un beso a todos ^^


jueves, 16 de agosto de 2012

Capítulo 25

Buenas tardes a todos!!! Hoy estoy contenta porque ha llegado el capítulo 25. Aunque os aviso que a lo mejor tardo un poquito en poner el siguiente. Sorry :( No he encontrado ninguna imagen que me haya convencido para acompañar a este fragmento de la historia, pero si tenéis alguna sugerencia, estaría encantada de añadirla después. En el anterior os dejé con la intriga lo sé, así que no me enrollo más para que podáis empezar a leer. Como digo siempre, espero que os guste ^^




miércoles, 15 de agosto de 2012

Capítulo 24

Ha llegado!! :D Por fin es el día del concurso, el día en el que se pone en funcionamiento el plan preparado por Karen. La imagen corresponde a un modelo parecido al que me imaginé para Sheila. Espero que os guste el capítulo de hoy ;) Mañana publicaré su continuación. Hasta entonces! :)



martes, 14 de agosto de 2012

Juegos Olímpicos de Londres 2012

Como hoy no voy a poder poner un capítulo, he pensado que sería un buen momento para hacer un pequeño homenaje a todos los deportistas que han participado en estos JJ. OO. En especial, claro está, a los españoles ^^ En esta edición hemos conseguido 17 medallas. No está nada mal ;) Aquí os dejo un vídeo con todas esas alegrías que nos han dado los nuestros.



Las Olimpiadas siempre animan a la gente a hacer deporte, a decir: "Si ellos pueden, ¿por qué yo no?" Y yo creo que por ese espíritu de lucha y superación es digno de admirar.
Y vosotros, ¿qué pensáis? ¿Habéis seguido la competición? ¿Tenéis algún momento favorito? ¿Alguna medalla que os haya sorprendido? Pues podéis comentar debajo de esta entrada.
Adiós a todos!!



lunes, 13 de agosto de 2012

Capítulo 23

Buenas tardiiiis!! ^^ Bienvenidos de nuevo a un día más en Si el tiempo llega tarde. El capítulo de hoy es más largo que los anteriores porque mañana no publicaré ninguno. Lo siento :( Es por esto que espero que os guste este.
He decidido que algunos de los capítulos los acompañaré con alguna imagen o algún dibujo que tenga que ver con lo que en él pasa. Pero no os aseguro que sea en todos porque no tengo tiempo material. En cambio, si queréis que incluya alguna imagen de algún escenario en concreto o cualquier cosa de la historia (en principio no incluyo a personajes porque no se me da bien hacer retratos) sólo tenéis que pedirlo en los comentarios y tal vez lo añada ;) Esto es todo lo que quería deciros. Hasta la próxima!! :D


domingo, 12 de agosto de 2012

Capítulo 22 (parte 2)

Cierro este capítulo de los dos patitos, con detalles importantes. Lo primero es que Sheila y Karen tienen una conversación pendiente. ¿Qué pasará? ¿Qué pasará? ;) Lo segundo es que va a salir el nombre del personaje que eligió el ganador del primer y único concurso (de momento) de este blog. Mañana más!! ;)



Capítulo 22 (parte 1)

Hello everyone! Hoy os anuncio que vamos a tener sesión doble porque está tarde también habrá capítulo ;) Así no tendréis que esperar mucho para leer la segunda parte. En la mansión siguen los preparativos y Sheila se va a tener que afrontar a algún que otro imprevisto (hasta aquí puedo leer :P )
Espero que os guste.

sábado, 11 de agosto de 2012

Capítulo 21

Buenos días!! ^^ Hoy es un poco más pronto de lo normal y es que me ha tocado madrugar. Así que para despertaros con una alegría (al menos espero que os guste) os dejo con el capítulo 21. Como ya os dije en el anterior, este no es muy largo... pero aparece alguien muy especial. Alguien por el que normalmente me preguntáis en los comentarios ;) No me enrrollo más, hasta mañana!!

viernes, 10 de agosto de 2012

Capítulo 20

Este es el capítulo número 20 ¡dos decenas nada menos jaja! Poco a poco se va acercando la fecha del concurso y los preparativos siguen en la mansión. Aviso que los próximos serán un poco cortos, pero os garantizo que al menos habrá uno diario por el momento. Espero que os guste ;) Hasta mañana

Nos encontrábamos a veinticuatro de mayo, a tres días de la ceremonia del concurso y de mi fiesta de cumpleaños. Todos estaban atacados. Había que ultimar detalles y más detalles, por lo que los criados iban de un sitio a otro a un ritmo imposible de seguir. Con sólo mirarlos, me mareaba, así que intentaba ignorarlos. Esa mañana, el ruido en la mansión era insoportable debido al ajetreo, pero nadie parecía darse cuenta de lo molesto que resultaba. Daba igual que saliera a la terraza y cerrara la puerta, que me escondiera debajo de las sábanas con la almohada sobre mi cabeza o utilizara tapones. Seguía oyéndolo. Por una vez, la habitación parecía ser un lugar lo suficientemente seguro como para querer quedarme en él todo el día. Sin embargo, extrañaba a Isabel. Debía trabajar, como todos los demás, y apenas nos habíamos visto en esa semana, por lo que yo me sentía mucho más nerviosa de lo normal.

Esa mañana, nada me distraía. Deambulaba de un lado  a otro de la habitación cuán animal enjaulado y hambriento. Lejos de estar sola, en mi habitación había al menos cinco criados que recogían, limpiaban y, cómo no, cotorreaban. Con mucho gusto habría saltado desde mi barandilla para salir al jardín, pero faltaban pocos días para mi huida y ese tipo de riesgos eran innecesarios y peligrosos. Así que allí estaba yo, mareándome por culpa de las vueltas y los criados chismosos. Hasta que la presión pudo conmigo.

- ¡¿Queréis callaros de una vez?! – les grité con gran enfado. Todos se giraron para mirarme. No era la primera vez que les gritaba y no pensaba que les fuera a molestar tanto. Sus ojos mostraban desagrado, rencor y sorpresa a partes iguales. Tampoco es que quisiera ser su amiga, pero me sentía culpable. Al fin y al cabo, no tenían por qué pagar mi falta de paciencia. – Lo siento.

Me retiré al diván para evitar saber su reacción. Necesitaba alejarme de todo y de todos. Al menos, intentaría herirme solo a mí misma y no a los que me rodeaban. Saqué de mi bolsillo vaquero el reproductor de música con la esperanza de encontrar en alguna canción la paz que necesitaba. Me arrellané entre los cojines del diván, dispuesta a pasar así el resto de la mañana. Con los ojos cerrados y los oídos taponados por el volumen de la música de Adele, a punto estuve de conseguirlo. Pero algo falló. Mejor dicho, alguien.

- ¿Le importa si le hago un poco de compañía?

Abrí los ojos de repente. Apoyada sobre la barandilla se encontraba una de las criadas del servicio. Como todas, lucía el uniforme obligatorio, pero no cuadraba en él. A lo mejor era por su juventud, tendría unos veinte años o ,tal vez, por su pelo pelirrojo y su coleta de caballo. Fuera lo que fuese, nunca me hubiese imaginado que la persona que tenía en frente era una criada.

- Supongo que no. – A mí misma me sorprendió mi respuesta nada más decirla, pues no solía tener tanta confianza con ninguna de mis doncellas vigilantes. Sin embargo, por alguna razón,  tenerla a mi lado hacía sentirme más tranquila.

Hizo un movimiento de asentimiento con la cabeza y después, nada. Se limitó a quedarse apoyada en la barandilla contemplando el trabajo de sus compañeros en la habitación. Ni sonreía ni parecía aburrirse. Simplemente, los miraba como si fuera una serie de la televisión. No vi necesario romper el silencio creado en la terraza, pues no me sentía para nada incómoda. No hubiera imaginado que alguna de ellas pudiera ser tan silenciosa y paciente. En general, todas eran como un remolino incontrolable de cotilleos y palabras que se convertían en un ruido molesto al poco rato; sin embargo, el silencio de la pelirroja fue como un bálsamo de tranquilidad que, además, evitaba hacerme sentir sola. Me di cuenta de que había estado observándola todo el tiempo cuando se giró hacia mí y me dedicó una media sonrisa. Correspondí a su gesto con otra sonrisa cómplice y desvié la vista hacia mi reproductor de música para concentrarme en una nueva canción.

Cinco minutos después, una mujer se acercó a la terraza en busca de la pelirroja. Era mucho mayor que ella y algo rechoncha. Por su cara de grandes mofletes y ojos pequeños, me la imaginé en una cocina haciendo galletas. De hecho, me pareció apreciar un ligero olor a galletas cuando salió al aire libre, pero más podía tratarse de mi imaginación que de una realidad.

- Yolanda, te necesitamos aquí dentro. Sé que estás cansada, pero debemos continuar.

- Claro, Helen.  – Se separó de la barandilla y antes de salir, se giró de nuevo para despedirse con un gesto de su mano. Feliz de tener una pequeña cómplice silenciosa entre todo aquel, le devolví el saludo con ganas.

En ese momento, vino a mi memoria el recuerdo de la discusión con Carmen. Tenía razón, era hora de reconocer que me había equivocado. Ahora, aprenderme sus nombres ya no era una tontería sino una manera de aliviar mi culpa, de aprender nuevas cosas de los que me rodeaban. Con ese pensamiento en la cabeza, volví al interior.

jueves, 9 de agosto de 2012

Capítulo 19

El capítulo de hoy es importante porque, primero, se descubre un poco más acerca de uno de los personajes por los que me preguntasteis al principio; y segundo, creo que es el principio de un cambio en la personalidad de Sheila. Espero que os guste ^^



Zafiro+Esmeralda-Kerstin Gier

Ambos son, respectivamente, la segunda y la tercera parte de la trilogía que empezara Rubí. Si queréis leer la reseña de este último, pinchar aquí.

Título: Zafiro
Autora: Kerstin Gier
Sinopsis:
Gwen está hecha un  lío... Gideo, su "compañero" de viajes en el tiempo la está volviendo completamente loca: tan pronto la besa apasionadamente como la ignora con desdén
Y es que nadie dijo que el amor a través del tiempo fuera una empresa fácil, ni mucho menos. Por suerte, Gwen tiene a su mejor amiga Leslie, a James, el fantasma del instituto, y a Xemenius, una gárgola bastante irreverente, para que le echen una mano en sus altibajos amorosos.
Ah, y en lo de comportarse como la ahijada de un marqués o un duque del siglo XVIII... Porque desde que se ha convertido en la última viajera del tiempo parece que stos son sus planes: asistira a una soirée en el año 1782, salvar el mundo y, sobre todo, no dar el cante.
Así que ahora su vida consiste en aprender a bailar el minué(que no es nada sencillo) mientras decide lo que siente por el chico de sus sueños (que tampoco lo es).



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Título: Esmeralda
Autora: Kerstin Gier
Sinopsis:

Gideon está en grave peligro y su única esperanza es Gwen... aunque ella ya no confía en él. A Gwen no le hacía ninguna ilusión ser la última viajera en el tiempo, ni tener que saltar al pasado para cerrar el Círculo de los Doce (que, además, es tan secreto que ni lo entiende), ni enfrentarse a enemigos dispuestos a acabar con su vida. Prefería quedarse con su vida normal y corriente: instituto, amigas y algún chico de vez en cuando. Sin embargo, cuando conoció a su compañero de viajes, el encantador Gideon de Villiers, la cosa se puso muchísimo más interesante... ¡y surgió el amor! Pero ahora Gwen está destrozada. Acaba de descubrir que todas las atenciones del chico eran sólo una estratagema para distraer al oscuro Conde de Saint Germain y cumplir él solo la misión. Pero la jugada no le salió bien y ahora se encuentra en manos de un nuevo enemigo: una Sociedad Secreta infiltrada en casa de los De Villiers dispuesta a acabar con los viajeros en el tiempo. ¿Qué debería hacer ahora Gwen? ¿Rescatar a Gideon y luchar juntos por cerrar el Círculo? ¿O olvidarse de todo y volver a su vida del siglo XXI?

Opinión:
Ambos han cumplido con las espectativas que me creé después de leer Rubí. El ritmo es increíble, no pude dejar de leer. Con momentos dramáticos, divertidos, con intriga... En cuanto al final, es sorprendente y te deja con muy buen sabor de boca.








miércoles, 8 de agosto de 2012

Capítulo 18 (parte 2)

Hoy estamos que lo tiramos señores. Tenemos 2X1 en Si el tiempo llega tarde ;) Os dejo con la segunda mitad de esta conversación con la (generalmente por lo que leo en los comentarios) odiada Karen. Hoy me despido por segunda vez y última, pero antes, querría hacer una pequeña aclaración. Debería haberlo hecho antes y es una pequeña decepción, pero confío en que no me odiéis, al menos no mucho... A Henry me lo imaginé como alguien más bien mayor, de unos cincuenta años y no es el chico guapo de la historia (porque hay chico guapo ;)  Sorry :(


- Shhhhhhh – Karen empezó a hacer aspavientos para que me callara, pero lo llevaba claro si pensaba conseguirlo después de soltar semejante muestra de demencia adolescente.

- ¿Se puede saber en qué leches estás pensando? No pienso tropezarme “sin querer” por las escaleras porque tú te hayas empeñado en seguir con esto.

- Baja la voz, Sheila. Además, no te vas a “tropezar”. Te “tiraré” yo.

- ¡¿Perdona?! ¿Es que quieres matarme? – No sabía si reírme, tirarme por la terraza o estrangularla; no obstante, la última me resultaba bastante tentadora - ¡Estás como una auténtica cabra!

Esto era el colmo. No sabía ni cómo reaccionar al super plan de mi compañera. Había tantas cosas que podían salir mal que me había quedado totalmente en blanco. ¿De verdad quería que nuestra excusa fuera un accidente casero de tan considerable importancia? Comprendí que la única manera de disuadir a Karen era refutar su teoría y, para ello, necesitaría de toda mi concentración. Su plan nunca sería una opción. Jamás. Intenté reponerme de la sorpresa y el enfado para enfrentarme a ella con todas las posibilidades de ganar en nuestro juego de ingenio. Pero no tuve ocasión de empezar porque, previendo mi cambio de estrategia, Karen se adelantó a la jugada.

- Antes de que empieces a despotricar como una loca. – ¡Pero si la loca era ella! – Quiero que sepas que no será nada grave. Puro teatro. Además, te caes con tanta frecuencia que nadie se lo tomará como algo raro. – Y empezó a reírse con ganas. Lo dicho, como una cabra.

- ¿Cómo que no es algo…? Bueno da igual. – reculé ante la cara de burla de mi loca acompañante. – Se me ocurren muchas cosas malas que pueden ocurrir… Sin contar con que no  nos asegura una excusa creíble. Te recuerdo que yo tuve que bajar aun habiéndome caído el día anterior.

- Tienes razón, pero no era un acto público como lo será este.

- Donde yo soy la protagonista – puntualicé.

- No te creas tan importante. Si mi teoría es cierta, todo esto es por otra causa.

- ¿Una teoría? ¿Te basas en una teoría? Lo que me faltaba. ¿Y de qué se trata esta vez?

- No lo sé, – dijo entre dientes – pero es algo más importante que tu estúpido cumpleaños. Eso te lo aseguro.

- Muchas gracias. Siempre es un placer recibir tus cumplidos, Karen. – contesté de forma sarcástica. La situación no podía ser más ridícula, aunque lo preocupante era la cara seria de Karen. Estaba dispuesta a seguir, como ya me había demostrado antes  y para ello quería tirarme a mí por las escaleras.

- Cállate, ¿quieres? No seas tan quejica. Además, la culpa me la voy a llevar yo, así que… 

- Sí, pero estarás entera. Yo puedo romperme una pierna o… Mira, no quiero ni pensarlo. – la sola idea de hacerlo me recordaba a lo que pasó a orillas del río y mandaba una descarga eléctrica de miedo por todo mi cuerpo.

-  Te puedo asegurar que me juego mucho en esto. Más de lo que te piensas. – Por su cara, parecía estar diciendo la verdad. No era la primera vez que lo decía ni tampoco la primera en la cual me volvía a preguntar los verdaderos sus verdaderos motivos para hacer todo esto, pero me mordí la lengua. No era el momento.

- Muy bien, así que tu “plan” es tirarme por las escaleras, cargar con la culpa mientras yo me quedo en la cama y después, ¿qué? El objetivo es ir a Delois, no quedarnos aquí.

- Esa es la segunda parte de mi plan. – Genial. Había segunda parte y todo. Más me valía agarrarme porque se anunciaban curvas. – Podemos sobornar a alguien para que nos lleve o ir al hospital en el hipotético caso de salir algo mal. – Entendiendo por “mal” tener un accidente de verdad, supuse. – ¿Cuál prefieres?

- ¿De verdad tengo que elegir? Porque no me quedo con ninguna. - ¿Sobornar? Cada vez me daba más miedo lo que pudiera haber dentro de la cabeza de esa persona que estaba sentada tranquilamente sobre mi diván.

- Decidiré yo por ti, no te preocupes.

- ¡Déjalo ya, Karen! Esto no puede salir bien. ¡Acepta de una vez que es imposible!

De nuevo, unos golpes en la puerta me salvaron de su respuesta. Avancé por la habitación con gran enfado para ver quién era el afortunado visitante: Isabel.

- ¿Puedo pasar, Sheila? – preguntó en voz baja mientras estrujaba con nerviosismo el delantal. Asentí con la cabeza y la conduje hasta la terraza. Karen la miró con cara de pocos amigos, pero no demostró con palabras su desacuerdo. – Debo deciros algo muy importante. A ambas. He estado escuchando vuestra discusión y…

- ¿Así que has estado espiándonos? – la acusó Karen. A mí también me pareció algo extraño. Por lo normal, Isabel no hacía ese tipo de cosas, ni mucho menos a mi costa. Ella se dio cuenta de mi decepción, aunque no se disculpó. – Contesta, criada.

- Con el debido respeto, señorita Karen, cualquiera en cien metros a la redonda os podría haber escuchado. De todas formas, ese no es el motivo de mi interrupción. Debe saber, Karen, que estoy de acuerdo con usted. Su plan tiene algunos errores, pero podremos solucionarlo todo en pocos días, justo a tiempo para la fiesta.

- ¡¿Qué?!

La guinda del pastel venía vestida de uniforme negro y blanco, conpletando mi pesadilla. ¿Por qué se ponía de su parte? ¿Acaso no se daba cuenta de lo peligroso del objetivo de Karen? Había sido una especie de amiga para mí durante muchos días y, ahora, le daba la razón a la odiosa Sword cuando se trataba de que yo acabara lesionada. No lo entendía ni tampoco tenía sentido en mi cabeza. Analicé todos sus gestos y palabras en busca de alguna respuesta; sin embargo, solo descubrí un creciente nerviosismo y una gran determinación que parecían consumir las fuerzas de Isabel. A partir de entonces, escuché la conversación sin participar en ella, solo me dedicaba a vigilar a Isabel y negar con la cabeza cuando alguien se dirigía directamente a mí. Después, Karen se despidió y salió de la habitación con rapidez. El acuerdo estaba cerrado.

- ¿Sheila? – me llamó Isabel con voz vacilante, como si tuviera miedo de mi respuesta. Cuanta razón llevaba.

- ¡¿Por qué?! – no pude evitar estallar y soltar toda la tensión que guardaba dentro. Ella me conocía, sabía de mi relación con la irritante Karen y, aun así,  la apoyaba en ese plan suicida. Me había traicionado.

- Déjame que te lo explique, Sheila. – dijo atropelladamente – Supuse que Karen no daría su brazo a torcer y decidí intervenir.

- ¿Por qué? – repetí.

- Porque si os ayudo podré protegerte mejor. Me aseguraré de que no sufra daños en la caída escenificada y luego me encargaré de llevarlas hasta Delois sin contratiempos. Solo pido su colaboración para convencer al resto del servicio. Cuidaré de ti, Sheila. Te lo prometo.

Las lágrimas desbordaron por mis ojos y corrí a refugiarme entre sus brazos sintiéndome culpable a la vez que segura. Allí me quedé hasta que la tela del uniforme estuvo completamente mojada e Isabel me recordó que debía prepararme para la cena. Entre sollozos y algún que otro hipido, me arreglé para el encuentro en el comedor con un largo vestido granate que me dificultaba andar con normalidad. Evité mirarme al espejo por si aparecían los lazos para amargarme del todo la tarde. Me despedí de Isabel con un abrazo corto y un beso en la mejilla para luego encontrarme con mis escoltas particulares. Por el camino, no dejaba de pensar en mi criada porque había dejado de serlo, ya no podía tratarla como tal. Era mi amiga, mi único familiar en la inmensidad de la mansión y se lo agradecí de corazón.

Capítulo 18 (parte 1)

¡¡Hola a todos!! :) Hoy es 8 de Agosto y os traigo el capítulo 18. No sé vosotros, pero yo soy un poco supersticiosa con estas cosas. En China el 8 es el número de la buena suerte, así que espero que os guste este capítulo y cómo no, ¡que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte! ;)  
Por cierto, gracias a Laura Morales y su consejo, ya tenemos música en el blog. ¡Hip, hip, HURRA!
:D De momento la lista de reproducción es un poco provisional porque iré añadiendo canciones y renovándola de vez en cuando. Y me despido de momento, porque esta tarde también habrá capítulo ;) ¡¡¡Hasta pronto!!! ^^


La tarde del día siguiente la pasé hablando con Isabel, quien escuchaba con gran atención lo ocurrido la noche anterior. Cuando acabé de quejarme sobre la traición de Karen y la nueva celebración programada para el mismo día que el concurso, se quedó callada, pensando en todo lo que le había contado mientras lo ordenaba todo en su cabeza. Después dijo:

- Creo que se está precipitando. – pasé por alto el grado de usted para concentrarme en lo que me quería decir; no obstante, había empezado con mal pie. – Tal vez Karen no fuera la responsable de este… problema.

- Ya lo creo que lo es. ¿Cómo se iba a enterar mi padre si no?

- En mi opinión, podría ser una coincidencia. – evitó mirarme directamente a la cara mientras lo decía y su gesto no se me pasó por alto. - ¿No debería hablar con la señorita Karen primero?

- ¿Con esa…? – No pude terminar la frase porque alguien me interrumpió con unos golpes en la puerta. - ¿Quién es?

Sin responder a mi pregunta, Karen entró en la habitación. Aparentemente estaba tranquila, pero por alguna razón, me dio la impresión de que estaba bastante nerviosa y preocupada por algo. Su expresión cambió al ver a Isabel sentada sobre mi cama. Se volvió seria y amenazante. La criada se disculpó con unas pocas palabras y se marchó, no sin antes inclinar la cabeza a modo de despedida. Fue entonces cuando me encaré con la señoritinga Sword.

- No quiero verte, Karen. Por mí ya te puedes dar media vuelta y sacar tu culo de esta habitación.

- Esa no es forma de recibir a una compañera, ¿no crees?

- ¡No me vengas con bromitas! – dije subiendo de tono. – Y menos, después de haber roto nuestro acuerdo.

- No le he contado nada a nadie para que lo sepas, así que deja de dar voces como si fueras una vulgar verdulera.

- No quiero bajar la voz porque ya no importa si alguien se entera, ya te encargaste de eso ayer. ¡El plan se ha ido a la mierda, por si  no te habías dado cuenta! – Mi “compañera” dio un largo suspiro y salió a la terraza. Yo la seguí de cerca.

- Mira, Sheila, no está todo acabado. Ahora será un poco más difícil, pero lo conseguiremos.

- ¿Qué? - ¿Por qué íbamos a seguir con esto? Era una auténtica locura y ella no parecía entenderlo. – Es imposible, Karen. Olvídalo y olvídame.

- No. – se giró de pronto y su mirada me dejó congelada en el sitio. Desprendía un odio calculador que habría creído imposible en sus ojos de azul aguamarina. – No pienso rendirme, no sin intentarlo. No tienes ni idea de lo que me juego en esto. Además, - añadió con voz más calmada – tengo un plan.

- Te escucharé, pero más te vale que sea bueno.

Karen pareció no escuchar esto último y se acomodó sobre el diván para empezar con su explicación, algo que me recordó mucho a la anterior pausa de Isabel.

- Necesitamos una excusa para no asistir a la fiesta.

- Menuda idea. – indiqué con mofa. – Te recuerdo que todo esto es por mi cumpleaños. Ninguna excusa será lo suficientemente buena.

- Primero, eso ya lo sabía y, segundo, no me vuelvas a interrumpir. – Me crucé de brazos y, apoyada sobre la barandilla, seguí escuchándola con el ceño fruncido y un mal presentimiento. – Lo que iba diciendo, necesitamos algún tipo de excusa y tengo una idea de cómo conseguirlo. – miró a su alrededor y susurró – Lo siento por ti, pero vas a tener un pequeño “accidente”.

martes, 7 de agosto de 2012

Capítulo 17

Aquí os dejo con el decimoséptimo capítulo en el que para Sheila se acaba un día lleno de sorpresas inesperadas. ¿Le esperará algo más a nuestra protagonista? Tendréis que leerlo para comprobarlo ;)

Isabel fue la encargada de traer mi vestido y quien se llevó la reprimenda por ello. Habían vuelto los lazos acompañando a una tela rosa chicle. Isabel intentó tranquilizarme pero no quería escucharla. Esto era demasiado. Lo único que me faltaba era la corona para completar el modelito. Evité mirarme al espejo y abandoné la habitación bajo la mirada preocupada de Isabel. Recibí a mis escoltas con un humor de perros y me siguieron por la mansión a un par de pasos de distancia. Llegué al comedor más pronto de lo normal, pero me tomé un par de segundos para tranquilizarme antes de entrar. Para entonces, aunque seguía sintiéndome igual de enfadada y avergonzada por mi aspecto, mi rostro no mostraba ninguna de estas emociones, o eso intentaba yo. 

Mi padre me dirigió una mirada llena de sospecha, pero me limité a ignorarla. Tomé asiento y me dispuse a pasar otra velada más en compañía de varios hombres ruidosos y arrogantes que solo hablaban de política y negocios, incluyendo comentarios machistas y otros más faltos de ética que ignoré con más determinación si cabe. Entre las risas, el ruido de los cubiertos y la voz de los comensales sentados a la mesa, no me resultó muy difícil centrar mi atención en algo que me distrajese de la conversación. Sin embargo, en medio del barullo oí algo que me hizo abrir mis orejas de forma instantánea.

- Caballeros, he de comunicarles que mi intención es celebrar una pequeña fiesta en honor a mi hija, por su diecisiete cumpleaños. Será el veintisiete de mayo, aquí en esta nuestra mansión y están todos invitados.

Todos aplaudieron la noticia, menos yo. ¿Por qué tenía que poner la fecha el veintisiete de mayo justamente? Mi cumpleaños era el treinta, no el veintisiete. ¿Acaso sabría mi padre algo de nuestros planes? Miré a Karen quien, a su vez, me miraba a mí. Parecía igual de sorprendida, pero no me fiaba de su reacción. Estaba segura de que sabía mentir muy bien, no podría engañarme de nuevo. Los invitados alzaron sus copas y me dedicaron un brindis, mientras yo asentía con la cabeza a las felicitaciones y sonreía con la mayor convicción posible. Ya no tenía hambre, se había ido de golpe, como mis posibilidades de ir al concurso; pero no me atrevía a excusarme y salir del comedor. Así que empecé a remover la comida de mi plato hasta que mi padre se levantó de su silla, señal del final de la cena. Cada uno debía volver a su respectiva habitación y, en mi caso, permanecer en ella hasta la mañana del día siguiente.

Sabía que Karen me seguía por los pasillos, a pocos pasos de mis escoltas, pero no le hice caso y continué mi camino fingiendo no darme cuenta de su presencia. La verdad es que ella tampoco dio señales de querer adelantarse para hablar conmigo, y yo no quise ponerme a su altura para dirigirle la palabra a esa traidora. El plan quedaba cancelado por su culpa. Mi esperanza se había esfumado por su culpa.

Al llegar, me encontré con Isabel. Se había quedado a esperarme, negándose incluso a cenar. Me ayudó a quitarme el horrible vestido de encima. Creo que me preguntó qué tal había ido todo, pero no la contesté. La sorpresa se había pasado mientras andaba y no quería descargar mi furia contra la atenta criada. Tenía un nudo en la garganta que no conseguía deshacer, las lágrimas asomaban en mis ojos y las manos me temblaban descontroladamente. Isabel quiso quedarse en un primer momento; sin embargo, comprendió que debía estar sola y se fue pocos minutos más tarde. Sin Isabel en la habitación ya podía liberarme de lo que llevaba dentro. Algo estalló en mi pecho y no pude retener las lágrimas por más tiempo. No quería que nadie me escuchara ni tampoco destrozar lo que estuviera a mi alcance (no había más almohadas para reponer), por lo que salí a la terraza. Hacía frío y el suelo seguía mojado, pero no me importó. Me acomodé en el diván mientras el viento movía mis rizos y el sonido de los grillos aplacaba mi furia e incrementaba mi tristeza. Un sueño. Eso es lo que había perdido aquella noche. Parecía estar destinada a seguir encerrada toda mi vida en la mansión de mi padre bajo su eterna vigilancia. ¿Debía dejar la fotografía? Desde luego sería lo mejor, pero me negaba a abandonar a mi fiel amiga. Sin duda no era una buena opción dejar todo lo que me gustaba sólo porque no le gustase a mi padre, pero el miedo era demasiado fuerte y mi determinación, idealista. Con este pensamiento, entré en la habitación para coger una de las mantas del armario y el colgante esmeralda, me acomodé en el diván y me preparé para una noche que anunciaba ser bastante larga.
No me equivoqué, pues no conseguí conciliar el sueño hasta dos horas más tarde, cuando el cansancio me venció por fin.

lunes, 6 de agosto de 2012

Dibujo del ganador

Esta es lo último que voy a subir hoy porque el próximo capítulo tendrá que esperar hasta mañana. Lo sinto mucho, pero no he tenido tiempo suficiente. Es por esto que he decido subir la imagen del dibujo cuyo tema fue elegido por Juanma, el ganador del concurso de portadas. Sé que he tardado un poquito, así que espero que el resultado por lo menos compense.
Ha sido un reto entretenido, sobre todo los cristales de la torre imitando el puntillismo y los edificios del fondo. De hecho creo que es el dibujo a acuarela del que me siento más contenta y satisfecha, pero aún me queda muuucho por aprender...
Por hoy me despido. ¡¡¡ Nos vemos mañana ;) !!!

Técnica: Acuarela

¡¡¡UN MES!!! :D

¡HOLA A TODOS! Estoy muy feliz porque hoy es 6 de Agosto y hace un mes justo abrí este blog. Si el tiempo llega tarde ya ha tenido más de mil visitas, he publicado 16 capítulos, varios de mis dibujos y se ha celebrado un concurso. En resumen, para mí ha sido un mes bastante completito y espero que hayáis disfrutado tanto como yo. Porque no me puedo olvidar de que esto es gracias a vosotros ^^ Gracias a todos los que me dejáis comentarios y a los que me dedicáis un poquito de vuestro tiempo. ¡¡GRACIAS!!
Os prometí sorpresas y sorpresas habrá ;) En primer lugar, voy a abrir una nueva página para recoger todos los dibujos que publique o que ya han sido publicados. Además, he añadido el gadget de los seguidores en la parte derecha del blog (debajo de afiliados). Espero anunciar pronto un nuevo concurso, pero aún estoy pensando en ello. Y, por último, quiero poner un reproductor de música (si es que aprendo cómo hacerlo jaja)
Si tenéis más sugerencias, por favor, escribidlas en los comentarios :)
Y no me enrrollo más, by bye my friends!!

domingo, 5 de agosto de 2012

Capítulo 16

Hello!! El dieciséis es mi número favorito ^^ y espero que os guste. Ayer os anuncié que le esperaba una sorpresita a Sheila así que ya me diréis si os lo esperabais o no ;) Mañana es un día especial en lo que a este blog respecta, así que me gustaría que os animaráis a pasaros ^^ Y dicho esto, ya me despido. Un beso a todos y todas!!


No supe qué contenía ese mensaje, pero fuera lo que fuera no le había gustado para nada a mi padre. Después de echarme de su despacho a gritos, le oí cómo tiraba algunos objetos contra la puerta con fuerza. Me alejé de allí a paso rápido para poner toda la distancia de por medio posible. Una vez cumplida mi tarea, regresé rápido a mi habitación con la idea de animar un poco la aburrida charla con mis amigas, pero no iba a  poder. Nada más entrar, me encontré con una desagradable sorpresa.

- ¡¿Qué haces aquí, Karen?! ¡Deja de inmediato mi ordenador!

Sentada en la silla de mi escritorio, Karen cotilleaba mi ordenado que, por despiste, había dejado encendido. Se giró para verme, pero no parecía sorprendida ni asustada de haber sido descubierta.

- ¿Qué te parece que hago? Estoy leyendo mi correo.

- ¿Y por qué no lo haces con tu ordenador?

- Pues porque el tuyo es mucho mejor. – contestó con sencillez, como si coger prestado mi portátil fuera la cosa más normal del mundo. – Pero ya que estás aquí, debo darte la enhorabuena. No todos los días se es finalista en un concurso. Supongo que será importante para ti, aunque sea tan patético. – Llevábamos ya varias semanas sin hablarnos y casi me había olvidado de que seguía allí, pero su risa seguía  molestándome solo como Karen sabía conseguir.

Así que no estaba mirando su correo, sino el mío. Obviamente. ¿Para qué si no iba a colarse en mi habitación? Ahora que lo pensaba, Samanta estaba en su cuarto cuando me enteré de la noticia, así que debía de haberme escuchado también. “Nota mental: la próxima vez que consigas ganar algo, no empieces a gritar como una loca”.

- Sal de aquí Karen. No te metas en mis asuntos.

- No.

- ¿Perdón? – Esto era ridículo. No era la primera vez que Karen se negaba a marcharse de mi cuarto cuando se lo pedía; pero si no era por las buenas, sería por las malas. Al fin podría morder a alguien.

- Verás, me necesitas.

- Cierto. Necesito que te largues de una vez.

Crucé los brazos sobre el pecho y me fui acercando. Sin embargo, ella seguía tranquila y no parecía estar intimidada por mi actitud.

- Seguro que no te has dado cuenta del gran problema que tienes.

- El problema lo vas a tener tú si no te vas – la amenacé.

- Lo que tú digas, Sheila. Como iba diciendo, ¿has pensado en cómo llegarás a la ciudad? – Me quedé quieta en el sitio y Karen sonrió con suficiencia. Tenía razón. No había pensado en ello. – Veo que no.

Empezó a reírse a carcajada limpia. No hacía falta que me mirara al espejo para saber que debía de tener una cara de estúpida total. ¿Cómo podía haber pasado por alto algo tan obvio? La ceremonia se celebraba en la universidad de Delois, en el centro de la misma ciudad, ciudad que tenía prohibido visitar.  Estaba vigilada durante prácticamente todo el día, así que no podía escaparme como si tal cosa. Además, la ciudad quedaba muy lejos de la mansión y la única forma de llegar a ella era a través de carretera. Preguntarle a mi padre estaba descartado desde el principio, pero me di cuenta de que iba a necesitar ayuda. ¿Y Karen me la ofrecía? Demasiado extraño.

- ¿Y por qué iba yo a aceptar tu ayuda en caso de necesitarla? No es que me caigas muy bien precisamente.

- Comparto tu opinión, princesita. – La fulminé con la mirada. – No te voy a contar mis motivos, lo siento. Deberás confiar en mi palabra.

- Ja. Esa es buena. No me das motivos, Karen.

- ¿Qué te parece este? Si no colaboras conmigo en esto, le contaré a tu padre lo del concurso. Pero no solo eso. Me convertiré en su espía si hace falta y le diré todo lo que esos criados traidores no han hecho. Veremos a ver cuántas veces a la semana puedes caerte accidentalmente por las escaleras.

Abrí los ojos más de lo que hubiera considerado posible. ¿Por qué hacía todo esto? ¿Tanto necesitaba ayudarme? No. Por supuesto que no. Pero, aun así, estaba dispuesta a arruinarme si no se salía con la suya. Tenía razón en una cosa, con sus chivatazos pronto no podría levantarme de la cama. Un escalofrío cruzó mi espina dorsal y estremeció todo mi cuerpo. No tenía opción, ¿o sí?

- Mira Karen, puede que yo tenga cosas que perder, pero tú también. ¿O acaso a tu padre no le interesará saber que te colaste en mi cuarto a escondidas? Correré el rumor de que eres una vulgar ladrona entre el servicio y los invitados. Pronto todos sabrán que te gusta coger cosas que no te pertenecen.

- Inténtalo si quieres, pero te aseguro que tienes las de perder. – Sus ojos se estrecharon y se tornaron fríos como el hielo. Ambas nos mantuvimos sin movernos, en un pulso silencioso para ver quién cedía antes. No estaba dispuesta a perder, aunque la partida ya estaba decidida desde el principio. Si no aceptaba corría el riesgo, bastante seguro, de que Karen fuera contando por ahí lo del concurso y mi intención de salir de allí, así como todas las veces que rompiera alguna de las normas pos accidente.

- De acuerdo, Karen. Trabajaremos juntas en esto, pero te advierto que si vuelves a tratarme como si fuera una estúpida o le cuentas a alguien lo que vamos a hacer, cumpliré mi palabra. Me dan igual las consecuencias.

- Tú misma. – se encogió de hombros y estrechó la mano que yo le tendía. Nuestro trato estaba cerrado para bien o para mal.   

Eran las ocho y media, por lo que nos despedimos para darnos tiempo a prepararnos de cara a la cena, con la promesa de hablar a solas al día siguiente.

sábado, 4 de agosto de 2012

Capítulo 15

Buenas tardes a todos!! :) Por aquí viene, por aquí llega el capítulo 15. Sólo un aviso, no os perdáis el próximo porque Sheila se va a encontrar con una sorpresita cuando vuelva. ¿Será algo bueno? ¿algo malo? Mañana lo veréis, pero mientras, disfrutad de este!! Bye, bye ;)


Si pensaba que me libraría de tener que bajar al comedor debido a mi maltrecho cuerpo, estaba muy equivocada. La única consideración que recibí fueron: un vestido lo suficientemente largo como para tapar los cardenales y la desaparición de los lazos en ellos. No me había puesto el colgante por miedo a que mi padre lo reconociera; sin embargo, lo mantenía guardado bajo llave en una caja de madera en el fondo de mi armario. Había descubierto dicha caja sobre mi escritorio al día siguiente de mi caída, con una nota adjunta:



Este es mi último regalo. Puede guardar en ella lo que considere más valioso para usted. Perteneció a su madre y ahora, le pertenece a usted. Cuídese,

Samanta  



Siguiendo su consejo, guardé en ella aquello que tenía para mí más valor, cosas como una flor o el pen-drive que anteriormente estaba custodiado por mi ropa interior. Muchas noches, sacaba el colgante de su sitio para tenerlo entre mis manos y sentir que una parte de mí seguía siendo libre. Lo adoraba más si cabe por ser un regalo de Samanta, uno de los últimos al menos si contábamos la hermosa cajita.

Tras mi accidente, el ambiente en la mansión y, en general, todo lo relacionado conmigo, cambió. Mis escoltas no se limitaban a esperarme en el primer piso, sino que me recogían en mi puerta. Pero su compañía indeseada no era el único cambio, más clases y la prohibición de andar por el jardín por miedo a mi tendencia a hacerme daño sin quererlo, formaban parte de una lista más larga. Eran normas absurdas a las que nadie hacía caso, salvo mi padre. Después de discutir con él y conseguir otra lesión más en mi cuerpo, intenté cumplir algunas de ellas, sobre todo cuando había alguien delante (lo que sucedía la mayor parte de las veces). Sin embargo, con los días pude comprobar que eran pocos los sirvientes dispuestos a informarle de mis errores. No comprendía por qué me guardaban las espaldas, pero el caso es que lo hacían.  Aun así, su continuo trabajo en mi habitación conseguía que recibieran más de un grito por mi parte, cada vez con más frecuencia. Cada día que pasaba, estaba más irritada debido a las nuevas normas y mi encarcelamiento y lo pagaba con los criados. Más de una vez tuvieron que cambiar las almohadas porque las había destrozado en un ataque de furia. También me costaba mucho más de lo normal controlar mi lengua durante las comidas. Por el momento, me limitaba a mirarles fijamente con el ceño fruncido y los labios apretados hasta formar una sola línea. A su vez, mi padre me reprendía por mis modales, pero sin graves consecuencias, pues a excepción de mis ojos, solía quedarme calladita y sin darle mayores problemas.

 Me sentía como un animal enjaulado que fuera a morder a alguien en cualquier momento, tanto era así que todos mantenían una especie de distancia de seguridad. Aunque, como en todas las reglas, había una excepción: Isabel, la única persona que conseguía mantenerme calmada y aguantar aquel tormento. La veía todos lo días. A veces, solo formaba parte del equipo de limpieza y otras, me visitaba para preguntarme cómo me había ido el día. Era una persona muy agradable a la que fui cogiendo cariño sin darme cuenta. Es cierto que no podía evitar enfadarme con ella a veces, pero el distanciamiento no duraba mucho y volvíamos a nuestras conversaciones matutinas. Me gustaba su carácter y su capacidad para saber cuándo se debe hablar y cuándo un silencio es lo más conveniente. Creo que fue una especie de sustituta a mi niñera Samanta porque, aunque seguía añorándola, pensaba en ella con menos frecuencia. De ella aprendí mucho sobre la naturaleza y las propiedades de las plantas. A veces empezaba a hablar de las flores, los árboles y sus propiedades como si fueran algo de vital importancia en el aprendizaje de cualquier persona. Me extrañaba verla trabajando como criada y no como jardinera. Pero la mayor parte del tiempo, se limitaba a escucharme. Me sorprendí a mí mima contándole cómo me solía escapar a mi lugar en el bosque o mi impotencia al no saber resolver los problemas planteados por mi profesor. Al saber esto último, se ofreció para ayudarme con los deberes y yo acepté por pura desesperación. Gracias a ella y a su infinita paciencia lograba sorprender a mi maestro con mis rápidos avances en el revoltijo de letras y números. En definitiva, Isabel conseguía hacerme sentir un poco menos desgraciada y sola. 



Una tarde de lluvia, dentro de una semana de tormentas continuas, estaba yo charlando con mis amigas a través del Messenger. Había recuperado mi ordenador después de haber estado sin él un par de días, castigo por suspender un examen sorpresa de ciencias. La verdad sea dicha no estaba siendo una conversación interesante como lo eran antes. Ninguna parecía dispuesta a hablar y, si lo hacía, tardaba varios minutos en recibir respuesta. Solo comentábamos cosas sin importancia y Luz se había ido con la excusa de estudiar. Lo hacía bastante a menudo desde hacía ya varias semanas, pero no era la única.

Por eso me alegré cuando alguien llamó a la puerta. No esperaba a nadie, pero era bienvenido si me sacaba del aburrimiento. Cambié de opinión al ver quién era.

- Buenas tardes, señorita.

Se trataba de un mayordomo que formaba parte de mi escolta. Tuve la tentación de cerrarle la puerta en las narices, pero en cambio dije:

- ¿Qué quieres? – A pesar de mi notable enfado, no retrocedió como habría hecho cualquiera, tan acostumbrado estaba a no recibir precisamente muestras de cariño por mi parte.

- El señor Harris me envía esta nota para que se la entregue a su padre. – Me ofreció un sobre pequeño al que no hice ni caso.

- ¿Y por qué no se lo das tú? No soy la única que sabe dónde está su despacho.

- Cierto, señorita. Pero el señor Harris ha insistido en que fuera usted.

- Pues dile al señor Harris que no soy una estúpida paloma mensajera. ¡Y ahora, lárgate y déjame en paz! 

- Por favor, señorita. Yo sólo recibo instrucciones del señor. – dijo antes de que le despidiera con un portazo.

- Pero yo no tengo por qué cumplir sus órdenes. – contesté ya desde el interior de mi habitación.

- Por favor, Sheila.

Vi cómo pasaba el sobre por debajo de la puerta y luego, se marchó. ¿Me había llamado “Sheila”? Por un momento aquel mayordomo estirado se había olvidado de las fórmulas de cortesía. Y me gustaba. Recogí el sobre del suelo y me dispuse a llevarlo a su destinatario mientras me prometía a mí misma que era mi último encargo como mensajera.