Tenemos ganadora !! ;)

¡¡Hola a todos!! :D  He hecho un hueco para poder crear esta entrada y felicitar a Lu!! Pues eso:

 

Has ganado mi segundo concurso con tu relato. ¡¡Enhorabuena!! y ahora te toca recoger tu premio ;) Déjame en los comentarios cómo quieres que se llame uno de los personajes de mi historia y qué quieres que dibuje o pinte. Puedes proponerme un tema en general o mandarme una foto, como quieras ;)
Por cierto, tenéis que visitar su blog: La chica de plata 
Lucía escribe muy bien y nos cuenta una historia que a mí me tiene enamorada. Os dejo la descripción que ha hecho ella misma:

 

"Alexander Allen es un chico de 16 años que vive en la ciudad de sílice, una ciudad muy hermosa rodeada por bosques grandes y frondosos, toda su vida es normal hasta que conoce a Nyra, a la que llaman la chica de plata, bueno en realidad solo él la llama así por su extraño color de cabello, es una chica muy rara y misteriosa, en definitiva no es igual a ninguna chica que él allá conocido el antes…"

 
Pero no sólo eso. Lucia ha organizado un concurso de cabeceras en el que os animo a participar para ayudarla con su blog ^^ Además, Lu ha estado nominada a dos premios, entre ellos los premios Dandelion que organizara Diente de León. Así que ya tienes algo más que añadir a tu palmarés Lucia ;)
Me hubiera gustado que se apuntara más gente a este concurso, pero no pasa nada. Habrá más oportunidades. A continuación os dejo relato que le ha servido a Lucía para ganar este concurso. Muchísmas felicidades Lu!! A mí me encantó y confío en que a vosotros también ^^

Estaba en la fiesta más aburrida el mundo, todo el mundo con traje de etiqueta comportándose como si fueran los dueños de todo, ¡Aarg!, lo peor era que en parte era verdad, si eres rico tienes muchas posibilidades de ser el dueño de las mayorías de las cosas.

Si lo se, yo también soy hija de una familia adinerada, pero, nunca me gusto esta vida si fuera por mí, me mudaría al bosque y viviría sobre un árbol, sin reglas, sin ataduras, sin nadie que me moleste, sola y libre. Eso era lo que quería hace unos años, pero yo no podía ser libre, ya que cuando había nacido mis padres me habían puesto dueño, me habían vendido como si no fuera nada más que un pedazo de carne. Había odiado a mis padres por ello y también odiaba a mi supuesto dueño, pero yo no sabía que él también me odiaba a mí, pero cuando nos conocimos, las cosas fueron sucediendo, y él se llevo mi corazón y yo el suyo.

-¿Kayla?- sentí los brazos de Garret  rodeaban mi cintura- ¿en qué piensas?

-En lo aburrida que es esta fiesta- me giré y miré sus ojos dorados-¿y tú?

- En cuanto me gusta ese vestido- dijo mientras me miraba de arriba abajo- ¿ya te he dicho lo hermosa que te ves?-. Yo me reí, al mismo tiempo que mis mejillas se ponían rosadas.

- Es como la millonésima vez que me lo decís-. Él puso los ojos en blanco mientras una sonrisa se extendía por su rostro- pero me gusta que me lo digas-.

- Ya lo se rojita- dijo mientras se inclinaba y me daba un beso, rojita, él lo decía por mi pelo rojo, antes lo decía para molestarme, pero luego descubrí que mi pelo le encantaba… el color de pelo de Garret era dorado, de hecho el parecía un dios griego hecho de oro.

Yo me separe de él porque escuche un cuchichió, eso era lo que odiaba, yo ya tenia 20 y estaba casada, pero no contaba, si esas viejas arpías te ven besándote con alguien enseguida se ponen a criticar, por más que él fuera mi marido…

-¿Me explicas por que me trajiste a esta fiesta?- mire a Garret esperado una explicación.

- Porque mi padre me dijo que tenia que venir en su nombre - una sonrisa se extendió por su rostro- Además era la escusa perfecta, para que te pusieras ese vestido, y luego yo podría sacártelo- sentí como mis mejillas se ponían de un rojo intenso, por lo que me concentré en observar la sala de mansión, era enorme y muy lujosa, estaba decorada con muy buen gusto y quedaba claro que era una fiesta de cumpleaños para una chica, había un pastel enorme en una mesa, su crema era de color lila, al igual que el mantel de algunas mesas y algún que otra decoración eran de tonos de violeta, lo más probable era que, el vestido de la cumpleañera fuera violeta o lila.

Según sabía, la chica se llamaba Sheila, y según varias personas, no era una chica muy educada, una adolecente rebelde, pero había otros rumores, de que más de una vez esa adolecente había recibido unas cuantas palizas por parte de su padre…

Sabia que solo eran rumores pero, estaba segura de que Sheila era rebelde por que quería ser libre, yo sabía que era estar atada, pero a diferencia de Sheila yo había encontrado mi libertad con Garret. Él soltó mis ataduras y me dejó en libertad, me dejó ser yo misma, sin tener que fingir, sin nada que me impidiera decir lo que siento. Sentí  lastima por Sheila, ella no tenia quien la liberara ¿o quizás si? Ya veríamos, pero me prometí a mi misma hablar con esa chica, presentarme e intentar ser su amiga, quizás de esa forma aliviaría su carga. ¡Si señor! Eso sería lo que haría.

-¿Qué decisión tomaste?- yo miré a Garret sin comprender- estás frunciendo el ceño y  en tus preciosos ojos verdes se ve que estás decidida a hacer algo, en parte me gusta cuando pones esa cara, pero también me da miedo que es lo que esta cruzando por tu cabecita…-.

-¡Oh! Solo pensaba hablar con Sheila, y ya sabes quizás no le vendría mal una amiga en esta fiesta- dije yo regalándole una sonrisa, Garret suspiro con alivio- espera… ¿como es eso que te da miedo lo que este pensando?-.

-Porque te conozco cariño, y una vez que tomas una decisión nadie puede hacer que entres en razón, y sé sincera algunas veces tus ideítas son un poco… peligrosas- yo miré a Garret frunciendo el ceño- no me mires así sabes que es verdad, ¿recuerdas que pasó con tu idea del árbol y de la escapada?

- mi plan no hubiera fallado si tú no fueras tan torpe, pero no veo que me recriminas, si no hubiera sido por mi ideíta no me hubieras besado, aparte yo quería mostrarte el claro pero para salir sin que nadie nos viera teníamos que salir por el árbol-. Refuté yo,  Garret parecía que tener la intención de  decir algo pero algo llamó su atención, yo me giré para mirar, lo que llamó la atención de Garret fue una muchacha morocha y alta, que pasaba muy apurada, no era difícil percatarse de que la muchacha era hermosa, pero, ¿Qué hacia él mirándola? Sentí una punzada de celos.

-¿Qué miras tanto?- le pregunté, mi tono de voz fue más duro de lo que pensaba

-Esa chica es Karen Sword, solo me preguntaba a donde va con tanta prisa-.

-¿Y a ti que te importa adonde valla?-.

- Créeme Kayla cuando te digo que adonde vaya esa chica, va a haber un problema, ella es el mal personificado- yo miré con cierta satisfacción, como la cara de Garret ponía una mueca de asco cuando miraba a esa tal Karen- espera un segundo- dijo de golpe Garret, mientras me miraba al principio con confusión y luego su miraba se llenaba de ternura mientras volvía a rodear mi cintura con sus brazos- ¿acaso te pusiste celosa rojita?- Yo sonreí mientras me acercaba más a él.

-pienso negarlo todo-. Él se rio e iba a decir algo, pero se escuchó un grito un golpe como de algo cayendo, y luego nada.

-Te dije que adonde iba esa zorra iba a haber problemas-.

Yo mire absorta la escena, el padre de Sheila salió caminando a hablar con alguien,  después desapareció y cuando volvió parecía, calmado, pero a mi no me engañaba, algo malo estaba pasando y ese algo no era de su agrado. Se acercó  a la tarima donde había un micrófono y una banda tocando, que de golpe se había quedado callada.

- Lamento informarles, que mi hija Sheila no podrá asistir a su fiesta, ha tenido un incidente, en las escaleras, y por desgracia se ha hecho daño, no es nada muy serio pero por seguridad prefiero que mí querida hija descanse-. Mentira.- no pero ya que están todos aquí no quisiera arruinar la fiesta, así que espero que disfruten y que la fiesta sea de su agrado-. Siempre he estado orgullosa de lo perceptiva que puedo ser, lo de la caída no era mentira, pero la forma en que había dicho “mi querida hija” en mi opinión era demasiado fingido, como si no lo sintiera y como si el hecho de que su hija se hubiera dañado solo representaba una molestia. Quizás podía engañar a la gente de este lugar, pero a mí no, él no estaba preocupado por su hija, él estaba molesto.

La banda comenzó a tocar y Garret tiró de mí para que bailáramos, sabía por qué lo hacía, él quería que me relajara, y al final lo consiguió, poco a poco me fui relajando y después de bailar por lo que a mi me parecieron horas, fuimos a buscar algo para beber. Cuando cogimos nuestras copas nos acercamos, a una mesa nos sentamos, los manteles de la mesa eran de color lila, y era un poco cómico como mi vestido verde oscuro resaltaba.

-Garret Halen- dijo una voz que inmediatamente reconocí, el padre de Sheila- tu eres el hijo de Jack Halen-

- Así es señor, mi padre se encontraba de viaje y por eso no pudo venir, así que vine en su lugar- dijo Garret mientras estrechaba su mano - permítame presentarle a mi esposa Kayla Halen-.

- Es un placer-. Dije poniendo mi mejor sonrisa y estrechado su mano, en parte fue sencillo por que cada vez que Garret decía mi nombre ligado a su apellido, no podía evitar la sensación de calor y de satisfacción que me cruzaba el cuerpo.  

- ¿Tan joven y casado?- dijo mientras estrechaba mi mano - pero veo que te has casado con una joven encantadora-. Agregó.

- Así es, señor- Garret mientras cogía mi mano y entrelazaba sus dedos con los míos.

-Mándale saludos de mi parte a tu padre-. Dijo

- Claro- respondió Garret, el asintió con la cabeza y luego se alejó, ese hombre no me caía, bien, había algo en el que me decía que debajo de esa calma que aparentaba, estaba muy furioso. Por alguna razón me sentía muy molesta, y cuando me di cuenta un plan se había formado en  mi cabeza.

-Garret, creo que es horade que nos vayamos- el asintió y comenzamos a caminar hacia la salida, cuando pasamos por allí, había un hombre con una copa de vino que se dirigía hacia, el padre Sheila. Cuando pasábamos por allí, le puse delicadamente y sin que nadie se percatara la traba a ese hombre, este tropezó y se cayó. Su copa salió volando por el aire y todo el contenido de esta aterrizo sombre el padre de Sheila. Todo el mundo se quedo callado mirando al hombre de la copa que se había levantado y se disculpaba, pero nadie me miraba a mi, eso era bueno nadie sospechaba de mi. Puse mi mejor cara de sorpresa, pero cuando miré el traje de él, tuve que apartar el rostro para no empezar a reírme, su traje estaba lleno de vino, por dios qué espectáculo. Cuando todos se recuperaron, aproveché para salir con Garret. Una vez dentro del auto comencé a reírme, Garret también se rio. Un silencio nos envolvió mientras íbamos por el camino pero no me importó, no me sentía incomoda.

-¿Fuiste tú verdad?- me preguntó Garret, rompiendo el silencio

- Sí-. Admití, ¿para qué negarlo?

- Sabes, al que empujaste era el papa de Karen-. Yo no pude evitar sonreír, y parecía que Garret no estaba en contra de lo que había hecho, en realidad, la razón que me impulso a hacerlo, pero lo hecho está hecho, así decidí dejar de darle vueltas.

-¿Qué paso allí?- la pregunta de Garret me sacó de mis pensamientos, cuando miré al frente vi un coche destrozados, vi a los bomberos, la policía y una ambulancia, había sido un choque feo, ambos autos estaban destrozados y chamuscados.

-¡Qué choque más feo! - exclamó Garret, yo por mi parte me estremecí, algo malo había pasado y no podía quitarme de la cabeza la idea de que se relacionaba conmigo.

Pero ¿Quiénes habían chocado? ¿Será alguien que conozco? ¿Alguien había sobrevivido?

Sentía una angustia enorme, entonces lo vi, en un costado de la carretera un pedazo de tela color lila llamó mi atención, estaba rasgado y un poco quemado, pero por alguna razón mientras lo observaba una lágrima rodó por mi mejilla.