Boston, ciudad estadounidense de Massachusetts. Ayer, centro de todas las miradas, hoy poseedora de un pedazo de nuestros corazones. Ojalá fuera por una buena noticia. Pero hoy todos nos levantamos sabiendo que allí el silencio dio paso al pánico, y el pánico, al dolor. Hoy os pido que cuando leáis esta entrada guardéis un momento de silencio. Silencio en memoria de los que ya no podrán contar su historia. Silencio de indignación por acciones que nunca llegaremos a entender. Silencio en apoyo a los afectados en este triste capítulo de sus familias. Todos hoy miramos a Boston y algunos, llorarán. Ojalá nunca más tengamos que girarnos y ver la maldad de la humanidad.
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