Suspensos y promesas

¡¡Hola, hola a todos!! Pues parece que este viernes sí que va a haber entrada, ¿eh? xD Ya tocaba :) Además, me he hecho un pequeño calendario para intentar organizar mejor las entradas de las próximas semanas, así que espero poder seguir cumpliendo durante ese tiempo ;) (No es que quiera recalcar el "espero" ni mucho menos.... para nada...nop) jajaja

Anyway, gente, después de leer cierto comentario y con los últimos acontecimientos que están pasando por mi vida, he decidido traeros una pequeña actualización de esta aventura universitaria en la que estoy inmersa desde Septiembre.

Lo cierto es que es muy extraño porque realmente sólo llevo poco más de un mes en la facultad, pero ya me parece un mundo. No me malinterpretéis, no es que sea aburrido, aunque haya clases que no parezcan acabar nunca... >.< pero parte de la monotonía consiste en hacer tuyo lo que te rodea, normalizando lo que en un primer momento te parecía lo más emocionante del universo. Por ejemplo, yo sólo solía coger el tren cuando me iba al centro de la ciudad para pasar el día con mis amigas (nuevo, emocionante, divertido), ahora lo utilizo todas las mañanas, ha caído en rutinario, lo cual no lo convierte en algo malo, sino simplemente en algo que he interiorizado, automatizado, hecho mío. Y eso en realidad me gusta :) Sentir que lo que antes era casi una ensoñación se ha hecho realidad, mi realidad.

Ay si los sueños se mantuvieran como sueños... Pero claro, no todo podía ser algodón de azúcar y caramelos por todos lados... 

Debería poneros en situación primero ;) Estoy cursando primero de Medicina, lo que significa que para poder estar ahí he tenido que currármelo lo mío dado la nota considerable que te exigen para ello. Sin embargo, lo primero de lo que nos advierten los que nos conocen y nos ven destacando en nuestra pequeña burbuja (que no tiene por qué ser feliz. Conozco a mucha gente a la que aplaudiría por lo mucho que respeto su esfuerzo y su trabajo, al igual que valoro el mío propio) de que la Universidad es un universo alterno que la explotará sin compasión. Pop. (*Pop.Pop.Popitas* ¿Soy la única que le ha venido a la cabeza la canción? ¿Sí? Ok xD)

Y más o menos es verdad.

Gracias al maravillosísimo plan Bolonia (nótese ironía) que la Unión Europea ha implantado en las universidades para homogeneizar los distintos sistemas (concepto que de partida me parece más que correcto) ya he tenido que enfrentarme a tres exámenes. Tres. En mes y medio. Que alguien me lo explique, por favor jajaja ¿Dónde quedan los tiempos en los que daban libertad tanto al profesor como al alumno para poder enseñar y aprender cada uno a su manera, la mejor que pudiera, y presentarse a un examen y punto? ¿Dónde? Porque, en serio, yo eso de los controles o "evaluaciones continuas" (sí, hasta eso tiene nombre técnico) no lo veo. Y mucho menos cuando son malditos tipo test en los cuales fallar una pregunta anula una contestación correcta. ¡Claro que sí! ¿Por qué no?

Y así pasa... 3 exámenes, 2 suspensos ¡Toma burbuja explotada! Demos gracias que, al menos, su peso en la nota final no es significativo (uno de ellos equivalía a menos del 3%), pero aún así, eso solo los hace más inútiles a mi modo de ver. Nada que ver que me esté costando aprobarlos xD

En cualquier caso, aunque esta entrada se esté torciendo por cauces dramáticos y de protesta, mi verdadera intención con ello no era centrarme en el lado negativo que pudiera tener sino todo lo contrario.

Agradezco haber tenido esa experiencia previa de otras personas que me dijeron que no me preocupara si ocurría precisamente lo que me ha pasado porque me está ayudando a relativizar. Todo lo que nos pasa tiene la importancia que nosotros queramos que tenga. No me voy a echar a llorar por sacar un 4 en un examen porque sé que, primero , esto sólo acaba de empezar y, segundo, estoy aprendiendo muchísimas cosas. Da igual lo que digan los números, yo sé cómo me siento cada vez que termina una clase y desearía que el profesor se quedara dos horas más hablando. Estoy donde debo estar, eso es un pensamiento que no ha cambiado, y de nuevo, estoy muy aliviada por ello. De verdad, os deseo a todos poder encontrar esa satisfacción en lo que sea que hagáis. Al final, independientemente de todo lo demás, lo que verdaderamente importa es lo que pienses tú de ti, de tu felicidad a pesar de baches como los que yo os estoy contando ahora.

Así que sí, me tocó mucho la moral suspender este último examen porque, más allá de que sea algo a lo que no estoy realmente acostumbrada, siento que no me merezco esa nota y que es hora de echar la vista atrás, analizar lo que ha pasado y aprender para seguir adelante. Seguiré trabajando porque aún tengo mucho que ofrecer y demostrar. Demostrarme a mí misma. Y sí, puede que me de mucha rabia no aprobar un examen sólo por haber dudado o arriesgado innecesariamente en un verdadero y falso, pero así es la vida y, aunque no puedo cambiar el pasado, sí puedo hacer lo que esté en mi mano para cambiar el futuro :)

Además, hoy mismo me voy a la presentación de "Electro". La vida no es tan mala jajaja Recordad que tendréis la entrada con la crónica correspondiente el domingo ;) Os dejo también por aquí, el enlace a la última entrada de este estilo que subí al blog ^^
Ya sólo me queda despedirme, no sin antes pediros que me digáis en los comentarios si alguna vez os ha pasado algo así ;) Todos podemos aprender de todos :D

Un besazo enorme!!