martes, 16 de octubre de 2012

Capítulo 45

Hooooola !!! No sabéis qué mal me sentí cuando no pude colgar ayer el capítulo. Hoy he encontrado un pequeño hueco y he terminado este capítulo que, en realidad, es sólo una parte. sorry, no he tenido tiempo de más :( A cambio, y para que no os enfadéis conmigo, desvelaré el resto este viernes o sábado, así no tendréis que esperar mucho.
Noticia :D: Estoy preparando una pequeña sorpresa para el capítulo 50 ;) pero tendréis que esperar hasta ese capítulo para saber más porque si no, no sería una sorpresa jajja
Cuidado con no morderos las uñas XD 




 

- ¿Diga?
- ¡Tenéis que salir de ahí! – Era una chica, joven a juzgar por la voz. Hablaba tan alto que no me costaba trabajo entender lo que decía. – Hemos intentado despistarlos, pero se han dado cuenta.
- ¿Quién eres? – preguntó extrañado Alan.
- ¿No me estás escuchando? ¡SALID DE AHÍ! ¡YA! ¡No tenéis mucho tiempo!
No nos hizo falta más información. Alan colgó y me cogió de la mano para arrastrarme fuera del lavabo. El miedo acudió a mí y nublaba mi mundo convirtiéndolo en un conjunto de sombras en movimiento. Estábamos enfilando el pasillo cuando me di cuenta.
- Tenemos que volver, Alan. – Este se giró hacia mí. Su rostro volvía a estar pálido, pero la determinación de sus ojos compensaba todo el cansancio del mundo. – La mochila está en la habitación y la necesitamos.
- Vamos.
Deshicimos el camino a toda prisa. La mochila descansaba en una esquina, tal y como Diego la había dejado al llegar. Pasé el brazo por ella y me la colgué a la espalda sin escuchar las quejas de mi compañero. No había tiempo de discutir. Corríamos hacia la puerta cuando el teléfono volvió a vibrar. Alan descolgó pero lo único que oímos fue una sola palabra pronunciada por la misma voz: escondeos. Nos miramos confusos. ¿Qué hacíamos? ¿Debíamos obedecer a esa persona sin conocerla? ¿Sería alguna especie de trampa? Alan decidió por mí. Antes de poder resistirme, me empujó hacia el baño y cerró la puerta tras nosotros. Miles de objetos se encontraban desperdigados por el suelo como consecuencia de mi encierro anterior, pero tuve mucho cuidado de no chocar con ellos y me acurruqué en el suelo; ya no tenía fuerzas para sostenerme en pie. Alan se sentó a mi lado e intentó acercarme a él, pero su hombro no le respondía como debía. Oculté mi rostro en su pecho, aferrándome al latido de su corazón para no desmoronarme. Alan buscaba algo en la mochila y al fin dio con ello: la pistola. Apuntó con ella a la puerta, dispuesto a protegernos, a protegerme. El silencio era total y la tensión, insoportable. El tiempo se arrastraba a nuestro lado o tal vez no se movía en absoluto. Cada vez me sentía más inquieta y miraba la puerta con terror, como a un nuevo enemigo al que tener en cuenta. El miedo me estaba comiendo por dentro y acabando con toda mi energía.
De repente, se oyeron ruidos. No pude identificar con exactitud de dónde provenían, pero se aproximaban. Los nudillos de Alan alrededor del arma se volvieron blancos. Empecé a temblar. Fuera quien fuera, no venía solo. Las puertas de la casa se abrían y cerraban. A lo lejos, se oía algún que otro estallido de cristales o un golpe y cada uno, más cercano. Se encontraban en nuestra planta; no cabía duda. Un pasillo, unos pocos metros más y estarían en la habitación. Se darían cuenta de que habíamos estado allí. Hasta un niño lo sabría. Cogí aire y me aferré a la camisa de Alan como si de la vida se tratase. La puerta del dormitorio se había abierto. Tuve un flashback repentino, uno cuyo protagonista había estado muy cerca de dar conmigo y que, ahora, iba a conseguirlo. Cerré los ojos, dándome por vencida. Una lágrima cayó y cuando su camino se vio extinguido, el pomo de la puerta empezó a girar. Abrí los ojos de golpe. En mi mente, veía con toda perfección de detalles su mano, accionando el manillar, entrando, descubriéndonos. El juego del escondite había llegado a su fin.



3 comentarios:

  1. NOOOOO! no puedes hacerme esto! ! ! ! ! ! TU persona sin corazón que quiere que me un paro cardíaco! ¿¡FELIZ!? creo que lo lograste, dios estoy que me muero. Más te vale subir el capitulo pronto, porque sino me voy a morir y va a ser TU culpa, y no solo eso, mi fantasma te a perseguir, si te voy a torturar!
    Chau.

    P.D: no te mando un beso porque me enoje con vos, no te lo mereces ¡malvada!

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    1. Lo siento Lu :( Por favor no te mueras, si no ¿quién va a seguir escribiendo la historia de Nyra y Álex?? Piensa en ellos mujer :) Intentaré poner la ampliación el viernes para que no te mueras esperando ;)
      Chau

      P.D. Un beso enorme para ti

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    2. PD 2: ¿Has leído el comentario que te he esrcito en el apartado del concurso de cabeceras?? Creo que te gustará ^^
      Besos de nuevo

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